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EL M[A]C, LA BANDERA Y EL HIMNO NACIONAL

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  EL M[A]C, LA BANDERA Y EL HIMNO NACIONAL (Oh gloria inM[A]Cesible) Hernando José Cobo Plata Y pasarán esos féretros arropados por el tricolor de la patria, baúles con los despojos a medio podrir o ya hediendo de esos próceres de cromos escolares, que se levantaron sobre la sangre sin nombre de los y las que cuyo único catafalco será el monte donde la memoria sin nombre los devore… … y las cornetas destempladas por obligación, tocarán sus dianas de duelo una y otra vez porque la guerra nos carcomió las carnes y los huesos y los sesos antes de que cualquier elegía se pudiese contar o componer, porque el tiempo se astilló como un espejo macerado en dolor y nos condenó a estar en el mismo momento para siempre… A la hora de la canícula, sudando bajo la camisa del uniforme, formados como escuadra militar en el patio de la escuela, a donde llegan los vapores de orines combinados con el olor de anilinas y dulces recalentados en el fermento del abandono, nos hacen cantar la inmarcesibilid

EL M[A]C, ALICIA Y EL GATO FOLCLÓRICO

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(…) al descubrimiento del pueblo como productor de riqueza no se                     responderá con leyes sino con filantropía: cómo hacer para ser justos con sus “necesidades humanas” sin estimular en el pueblo las pasiones oscuras que lo dominan, y sobre todo “esa envidia rencorosa que se disfraza de igualitarismo”. Así, en el paso de lo político a lo económico se hará evidente el dispositivo central: de inclusión abstracta y exclusión concreta, es decir, la legitimación de las diferencias sociales. Jesús Martín Barbero en: DE LOS MEDIOS A LAS MEDIACIONES Comunicación, Cultura y Hegemonía No me refiero al gato argentino que sería de suyo más folclórico, aclaro de una vez, me refiero al gato de Cheshire y por supuesto a la Alicia de Lewis Carrol, por varias cosas que dan pie a este blog, y no a la Alicia [trágica] Adorada de Juancho Polo Valencia, entre otras porque para nuestro caso, no falta un rey o una reina de corazones y por lo regular

EL M[A]C Y EL MITO FRACTURADO

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Hernando José Cobo Plata “ No hay que inventarse nada, la realidad anda suelta por la calle” Gato e’Monte Como nunca antes, el Congreso se ubica como en una feria de pueblo, en el interior de un salón de espejos que nos devuelven nuestra imagen en una ilusión multidimensional. De una parte, los estudios de caso de las ponencias y de otro, los microrrelatos, que adquieren en este 2020 en conjunto, una fuerza narrativa que nos descoloca en el juego de espejos de un paisaje distópico, multi-segmentado y cooptado por la incertidumbre; un universo donde lxs poetas colocan en bandolera las resistencias individuales y las colectivas, que se ofrecen como compromisos éticos… cometas cósmicos y luminosos que se niegan a naufragar en el mar de aceite quemado, el de las muchas muertes, el de las muchas guerras. El M[A]C se observa a sí mismo como caso en tiempo real; el M[A]C deviene en su propio caso, con los interrogantes acerca de qué es tiempo real y cómo se está construyendo la realidad.

Recuerdos del M[A]C…

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En 2013 en la sede de la Fundación Canto por la Vida donde hoy funciona la Escuela de Música del Municipio de Ginebra en el departamento del Valle del Cauca, luego del distanciamiento de esta Fundación de la Organización del Festival de Música Andina Colombiana Mono Núñez, surgió la idea de desarrollar un evento para reflexionar sobre las Músicas Colombianas a partir de la inquietud de un grupo de artistas (músicos, lutieres, artistas plásticos) y profesionales de diversas áreas del conocimiento (diseñadores, sociólogos, técnicos, historiadores, pedagogos), miembros de diferentes organizaciones, que aunaron esfuerzos para crear un espacio alterno de reflexión, práctica, teórica, académica y de vida, con el objeto de pensar y repensar el quehacer musical en Colombia. Para cristalizar esta idea, se creó un plan de trabajo, llevando a cabo varias reuniones del equipo organizador del evento, luego se dividieron las tareas de gestión, logística y académica a partir de las habilidades,

EL ECO, EL MURO Y EL M[A]C

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EL ECO, EL MURO Y EL M[A]C Gritamos, hablamos y hacemos sonar nuestros instrumentos, esperando que el muro de granito que tenemos en frente nos devuelva una razón que nos impida con los ojos vendados, saltar a las simas donde habitan los fantasmas del tiempo sin memoria, el tiempo que anida en clepsidras rotas y en campanas sin badajo. Estamos en un momento de espera, un momento para observar, observarse observar al observador; un tiempo que nos convierte en testigos de excepción de acontecimientos que probablemente producirán cambios en los mecanismos de performance, en la industria musical y con esto acelerar formas de consumo que ya estaban en marcha. Claro, estar en cualquier estrato dentro de los acontecimientos presentes no nos deja todavía la ventaja de objetivarlos, para estudiarlos desde el lugar aventajado de las perspectivas y desde su decantación semántica. El M[A]C en su historia, se ha construido problematizando el fenómeno sonoro, actualizándose en sincronía con la la

LA FÁBULA DEL MONO Y LOS TIEMPOS MODERNOS

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Hernando José Cobo Plata Aprovechando que el M[A]C nos plantea puntos diversos de fuga y la posibilidad de fugarnos de las ideas, o de tomar las de Villadiego por la salida lateral, por la tangente o al lomo de Juan Sebastián Bach, y el punto de fuga más visible en este momento es cómo en menos de medio año un virus nos ha puesto de cabeza y obligado a replantear los mecanismos y dinámicas de comunicación; pues aquí va esta segunda entrega dedicada a un monumento al que también le ha tocado adaptarse a las plataformas digitales aunque todavía sin refundarse. Hablar del Festival Mono Núñez es tratar con un mito nacional intocable, que cada año cumple su ritual de sacrificio en los altares que hasta ahora eran sus escenarios en Ginebra. Como en todos los rituales, cada año músicxs, organizadorxs, melómanxs y turistas se rigen por un protocolo de enunciados, donde invariablemente como leyendo su Corán, su Torá o su Biblia [por aquello de los fundamentalismos] aparecen “nuestra música